Entre todos los cambios físicos y hormonales de esta etapa, los adolescentes van dejando atrás su niñez para iniciar la búsqueda de su propia identidad.
Este es un momento clave en el desarrollo de una persona, pues el adolescente definirá quién es, y cuáles son los valores que lo acompañarán el resto de su vida. Definitivamente, es un momento de alto estrés, que en consecuencia implicará el aumento de las emociones y de su necesidad de autorregularlas. Lo que, además, impactará en el autoestima que la persona llevará hacia su adultez.
Para desarrollarse saludablemente, un adolescente necesita contar al menos con un adulto que lo ame de manera incondicional, y que no suspenda su amor ante sus errores. Ello no quiere decir que, no se deban poner límites, sino que se debe mantener la comunicación y el cariño sincero por encima de las diferencias de opinión que puedan generarse.
En esta línea, el yoga es una excelente disciplina para canalizar la alta energía de los adolescentes en desafíos saludables. Pues, tanto su cuerpo, como su mente, serán retados en las prácticas para ir navegando hacia su propia verdad.
El yoga también, les permitirá tomar consciencia de ellos mismos, observar sus pensamientos y sus emociones, y así poder tomar pausas conscientes antes de tomar una decisión impulsiva o emocional que podría ser propia de su edad.
Adicionalmente, aprenderán distintas herramientas para relajar su cuerpo y sus emociones, para brindarse calma y auto contención. De igual forma, conocerán diversas meditaciones y respiraciones que podrán aplicar en el desarrollo de esta etapa y hasta su adultez.