Una de nuestras mayores riquezas es nuestra cultura, aquella que hace más de mil años permitió que nuestros ancestros vivieran en completa conexión y respeto con la naturaleza, y quienes se dejaron nutrir por la sabiduría de esta para entender el mundo entero.
La cosmovisión andina se basa en tres mundos: Uku Pacha, Kai Pacha y Hanan Pacha.
Uku Pacha comprende a todo lo que aún no se manifiesta en el plano físico, lo que está por nacer. Y está representado por la Pachamama y la serpiente.
Kai Pacha abarca todo lo que vemos en este mundo, las hermosas vistas que nos quitan el aliento, las personas, los animales. Este mundo es representado por los Apus y el puma.
Por último, Kai Pacha, es el mundo de la divinidad, representado por los cielos coloridos y el cóndor.
Todo lo que vemos en la naturaleza, se replica en nosotros. Lo que está fuera, está dentro también, porque somos parte de lo mismo: la ciclicidad de la tierra, la fertilidad de la vida y la conexión con la divinidad.
Estas prácticas enriquecen el Hatha y Vinyasa Yoga con esta filosofía ancestral, alcanzando una mayor sensación de unicidad y conexión trascendental.
